Leer este post con un titulo así tiene mérito..., pero quisiera hacer una reflexión sobre la feria de Almería: con lo que pude ver y con retazos de lo que me cuentan y he leído. De primeras, hay que hablar de la presentación y juego del ganado, muy, muy superior al de años anteriores, lo que constituye una extraordinaria noticia, pues nuestra feria se había despeñado por el abismo y la vulgaridad. Estuve en la novillada y las reses tuvieron trapío y casta suficiente para que los novilleros redondearan una tarde que se les fue en blanco, porque no supieron o no pudieron afrontar la realidad de un auténtico animal de lidia.
El resto de los días se lidiaron toros excelentes. Brilló el hierro de Garcigrande, especialmente, y aunque hay quienes ponen en duda la presentación de estas reses, parece que tuvieron trapío para una plaza de segunda categoría. Almería no es una plaza de primera y tenemos que asumirlo. Lo más importante, con todo, es que la mayoría de los toros tuvieron fortaleza de remos, muy lejos de la invalidez de temporadas anteriores. Notición.
Distinto es el resultado artístico. Se concedieron 35 orejas. Como dice Carlos Crivell eso es una barbaridad. Se regalaron gracias a un presidente, Marco Rubio, que no tiene empacho en sacar el pañuelo blanco cada vez que el público grita un poco de más, escribe el compañero Crivell. Marco, al que tengo aprecio porque es buena gente, abandona este año el palco tras el peor período de la feria de Almería. Unos años en los que el ciclo se ha devaluado tanto que muchos aficionados han optado por marcharse. Como yo mismo. Espero que el próximo presidente sea tan exigente como indiferente ante las broncas por no conceder orejas.
Manzanares. Vamos a ver, parece que estuvo inmenso, pero por otro lado me cuentan que casi toda la faena de las dos orejas y el rabo estuvo fuera de cacho. Apenas dos series fueron macizas y rotundas. Si fue así, no lo entiendo. ¿Por qué se empeña en retirar la pierna contraria en cada pase?
El Juli y Ruiz Manuel rayaron a gran altura. Me alegro por el paisano, aunque supongo que no le servirá de mucho, dado el estado de la fiesta. He sido muy crítico con él en diferentes ocasiones, porque pienso que atesora cualidades, mientras mucha gente de Almería le cantaba su tauromaquia como si fuera el Guerra. Una vez me preguntó si estaba mosqueado con él y le dije que en absoluto, que simplemente era crítico con su toreo, porque creía que había que exigirle. Si ha recuperado los buenos hábitos de sus comienzos me alegro.
Respecto a Torres Jerez, leo que se atracó de toro en una de sus faenas. Es posible, a veces le pasa. Paco Torres debe serenarse, dar pausas en las faenas, andarle a los toros y darles distancia. Parece mentira que las personas que están a su alrededor no le aconsejen como Dios manda.
Y termino con un comentario sobre la reflexión de Chopera en la entrevista de Benjamín Montanari en Diario de Almería. El empresario apunta que ha perdido muchísimo dinero. No lo sé. De lo que no tengo ninguna duda es que la plaza almeriense es carísima y que no existen promociones para los jóvenes ni para nadie. Chopera pide colaboración a los comerciantes de la ciudad, pero no sé que da exactamente a cambio. Lo del Aula Taurina de la Universidad está bien, pero hay que hacer más cosas.
Dice también que el año que viene quitará uno o dos festejos. Es razonable. Si puede ser que quite la de rejones y la novillada, y que haga una miniferia de novilladas en otra época del año para compensar. Después de más de cincuenta años en Almería espero que la familia Chopera haga concesiones hacia los almerienses, que somos unos benditos, además de un chollo para una empresa que tiene en nuestra feria un verdadero filón. Y no pasa nada por perder dinero un año. Ya sabe lo que tiene que hacer para el siguiente: mejorar los carteles. Por suerte, ahora acertó con el toro. Mi más sincera enhorabuena.