Blog que repasa la actualidad taurina de Almería, Andalucia y España. La opinión crítica e independiente sobre el mundo de los toros. Por Alberto Gutiérrez.

6 de septiembre de 2011

Nos lo ponen difícil

No voy a ver a José Tomás a Barcelona. Me hubiera gustado verle a él y también a sus compañeros, tanto a los del festejo en que se anuncia como a los del día anterior. Carteles de relumbrón. Runrún. Olor a fiesta grande y demás grandilocuencias que podemos escribir cuando nos ponemos estupendos. Pero me niego a pagar la morterada del pack: avión+hotel+entradas+gastos, que se puede subir a los quienientos euros, así, sin darse cuenta, sin pestañeo alguno. Escribe Santi Ortiz en Burladero que los hosteleros barceloneses quieren sacar tajada, a modo de sanguijuela, en la última visita taurina de la historia de la ciudad, que cerrará para siempre sus puertas al bufido de los toros de lidia.
Hagamos cifras, señores. El dinero que se moverá en Cataluña durante esos días será descomunal. Más aún en tiempos de crisis. Millones de euros que los barceloneses no volverán a ver en el futuro porque unos políticos mendaces prohibieron a sus conciudadanos disfrutar de una afición que podía ser demasiado española para una tierra que debe tener el seny lo suficientemente acentuado como para desalojar lo que huela a tortilla de patatas, flamenco y manolas, que diría la Ferrusola.
Me da pena por Cataluña, en donde muchas personas ejemplares hoy contemplan cómo la política ha acabado por eructar lo peor de sí misma, cuando se les había votado para dar facilidades a los electores, conducir lo mejor posible la vida de las ciudades y pueblos y molestar lo menos posible. Así entiendo yo la política, muy lejos del ejercicio de austeridad intelectual que practican unos nacionalistas que acabaron creyendo que la calle son ellos, que todo la butifarra es orégano y que el burro debía desplazar al toro de un imaginario colectivo en el que la Roja, el himno español y, por supuesto, el castellano deben ser expulsados de la vehiculación (como se dice ahora) oficial y administrativa.
Nos ponen difícil ir a despedirnos de la Monumental y me pesa, porque acudí a la llamada, cinco o seis años atrás, que la plataforma de defensa de la fiesta hizo con una manifestación en el coso y un festejo protagonizado por Serafín Marín. Fui expresamente desde Almería. Asistieron José Tomás, El Juli, Cayetano..., pero el trabajo sucio, el que verdaderamente había que realizar ante la zancadilla trapera de los nacionalistas no se ha hecho hasta el año 2011, trasladando el espectáculo desde Interior a Cultura (si esto sirve para evitar la prohibición, claro).
Fueron los nacionalistas, pero los taurinos pecaron de omisión y abandono. No contribuyeron a levantar la fiesta en Cataluña, carecieron de la mínima afición para construir carteles interesantes con los que atraer a los públicos. Sólo los hitos de José Tomás constituían un acontecimiento digno de remover las entrañas del nacionalismo, atónito ante la celebración multitudinaria del rito. Se ponían nerviosos, igual que en el último JMJ se pusieron los ateos, agraviados por la visita de un Papa del que huyen. Se llama intolerancia. Si no te gusta, no vayas. Y no vale con decir que hay dinero público invertido. Si nos ponemos así tendríamos que revisarlo absolutamente todo, a ver si estamos de acuerdo con cada una de las partidas.
Se acabó. Una amiga me dice que podrían darle la vuelta desde el Constitucional. Ya veremos. Pero el fin de semana de marras no estaré en Barcelona. Y me fastidia. Disfruten los que puedan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El negosi es el negosi y los tiempos cambian que es una barbaridad, ya lo decía el señor boticario Don Hilarión en "La verbena de la Paloma".

Cataluña y en especial Barcelona, siempre se ha mostrado con un carisma muy emprendedor y de suculentos beneficios económicos que hacía de esta región la más próspera de España, su gran sentido y visión de los negocios unidos a una seriedad ejemplar, hacía de Barcelona la gran ciudad admirada y respetada por todos. A todas estas virtudes se sumaba las tradicionales del pueblo catalán y respetadísimas por los propios catalanes, entre esas tradiciones estaban las corridas de toros, que han sido santo y seña en la región catalana.

Por eso recordaba la frase de Don Hilarión, y es que la familia Balañá han venido manteniendo por cariño lo que padre y abuelo levantaron. Esta nueva generación aun sin estar muy identificados con la Fiesta, ahí han estado, ya lo dijo en una ocasión Enrique Patón "que entre la propia familia Balañá, había gente contraría a la Fiesta". Lo que habría que saber es si esa contrariedad se produce cuando La Monumental no es rentable, rentabilidad que se pierde por una falta total de gestión.

Luego entra los políticos que como auténticas aves carroñeras y mirando toda clase de intereses, toma partido de un sentir minoritario del pueblo para buscar el voto y otras cosas, otras cosas que les viene de maravilla a la actual familia Balañá, para hacer con esos toros imaginarios de la "PELA" en esta ocasión y nunca también llamada la CORRIDA DEL SIGLO.

Amigo Alberto, tu sensatez y tu sabes estar ante ciertas situaciones, como esta que están poniendo en el escaparate del definitivo cierre de La Monumental, hacen de ti, una persona más madura de la que se desprende de tu edad, a pesar de tu bagaje periodístico y empresarial.

Un abrazo

Nacho

P.D. Gracias por considerar interesante mi anterior comentario

Anónimo dijo...

Sr Gutiérrez, empiezo por donde termina Nacho su comentario. El le aplaude su postura de no asistir a Barcelona en el día de su último festejo, y yo con el respeto que usted me merece y admitiendo como no puede ser de otra forma, censuro su determinación.
Empieza usted su post con "No voy a ver a José Tomás a Barcelona", no se trata Sr Gutiérrez de ver a José Tomás, se trata de estar presente en esa plaza de toros en el último día de su actividad taurina. Usted Sr Gutiérrez tiene más que demostrado que es un gran aficionado, donde su enorme personalidad no le permite comulgar con ruedas de molino o lo que es lo mismo "tragar" por todo un fraude que desgraciadamente para los aficionados lo estamos padeciendo cada vez con más asiduidad salvo en rarísimas ocasiones.
Con el cierre de cualquier plaza de toros se está cerrando parte de una historia del toreo, pero en este caso concreto cuando el próximo día 25 se arrastre el último toro de la tarde, con el se esta arrastrando toda una leyenda de una plaza que ha sido emblemática en el calendario taurino de una España que ha llevado con orgullo nustra Fiesta.
Es por lo que le surgiero que se lo piense.

Yo que últimamente por el tema que todos sabemos, soy bastante remiso a la hora de decidirme para asistir a un festejo taurino, en esta ocasión me encontrare con mi mujer por la Rioja, veré si Dios quiere la corrida de Garcigrande que tan buen juego dio en Almería y que la despachara Diego Urdiales, Sebastián Castella y Talavante, y al día siguiente estaremos en Barcelona para ver las dos corridas de toros, si la del sábado hubiese sido la del domingo, esa sería la única que veríamos, porque de verdad le digo, no me hace ninguna ilusión ver a José Tomás después de haberlo visto en Valencia y Linares. Por lo que queda bastante claro que el estar, es cumplir con un romanticismo y una leyenda.
Se que será bastantes aficionados almerienses los que se darán cita ese fin de semana en la ciudad condal, unos por que lo siente y otros por que lo siente también pero luego vendrá la foto en "La Voz de Almería" y eso es lo más importante, que la gente se entere que han estado en Barcelona. Es una forma muy respetable de vivir la FIESTA.

Un cordial saludo

F. A