La discoteca valenciana Pachá ha anunciado que suspende la fiesta en la que se sorteaban 4500 € en concepto de cirugía estética para las mujeres. ¿La razón? Todo el revuelo que se ha formado, todo el ataque de organizaciones feministas y autoridades, etcétera. Que si es denigrante, humillante y bla bla bla. ¿Por qué somos tan hipócritas?
Curiosamente, mientras en la calle todo el mundo es políticamente correcto y dice, delante de sus mujeres (muchas operadas) que "oh, sí, es algo que no se debe permitir", en Internet se reproducen las adhesiones, no tanto al sorteo como a la libre decisión de un empresario a hacer lo que le dé la gana, siempre y cuando esté dentro de la ley. En este enlace podéis ver una encuesta de El Mundo, cuando menos llamativa:
Si queréis entramos en otros debates, como la incidencia de estos sorteos entre la juventud. Vale. En tal caso, que alguien me diga porqué no se prohiben los anuncios de Corporación dermoestética, la emisión de Los vigilantes de la playa y las toneladas de silicona que estamos acostumbrados a ver en la televisión. Pues, simplemente, porque hay dinero, mucho dinero de por medio -y en los medios-, y porque ningún político se atreve a tocar eso; ni siquiera las feministas. Es un charco demasiado grande. Bueno, y tampoco se tocan estas cosas, porque si no sería ya el colmo.
¿Qué ha pasado en este caso? Que Pachá es débil, que no es un medio de comunicación y que sirve de excusa para el rancio feminismo que nos gobierna en todas las administraciones.
Y aquí vamos a lo de siempre: el intervencionismo. Los políticos quieren meter las narices en nuestra vida. En Ecuador, y entro en la harina de los toros, también se han vuelto antitaurinos, más aún que el Gobierno español: prohiben la emisión en radio y tele de imágenes de corridas de toros. De verdad que uno se empieza a plantear si el ser humano se ha vuelto gilipollas. Por qué no se ocupan en Ecuador -país que visité y que admiro profundamente- a mitigar la pobreza y a dar educación y sanidad? No, se tienen que dedicar a dar por saco con el tema de los toros, acaso para que el resto del mundo occidental los vea con los ojos de la modernidad. Lo dicho, algunos son tontos de baba.
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