José Blanco, más conocido como Pepiño Blanco, le tiene ojeriza a los aviones. Eso, al menos, es lo que pudimos constatar el otro día, durante una entrevista realizada por Iñaki Gabilondo en la televisión. El político gallego dijo que "indudablemente el futuro es el tren, pues el avión contamina mucho", y comparó lo que contamina un medio y otro, con datos más o menos precisos, más o menos polutos, por aquello de la suciedad intrínseca de las consabidas cifras. Los presidentes de Iberia, Air Europa o Spanair debieron dar palmadas de alborozo al escuchar al nuevo ministro de Fomento. Alguno hasta se atragantó.
La interviú, que dirían los revisteros antiguos, no traspasó las fronteras de la cadena de Prisa, Cuatro, y no hubo comentarios de otros periodistas, artículistas, etc. Cabe, incluso, la posibilidad de que esto sea como lo de Ricky Martin y el foie gras: que sea un bulo propagado por mentes retorcidas -¿como la mía?- Aunque tampoco nos pasemos. Esto es una de las muchas perlas que Pepiño nos regalará a partir de ahora. Lo que agradeceremos siempre, por otro lado. Y, qué narices, tampoco tiene tanta importancia. Salvo para los dueños de las compañías de aviones, claro.
El caso es que yo pensé que pudo ser un lapsus o una de esas confesiones que los miembros de este Gobierno se gastan cuando andan cerca de Gabilondo. Porque con Iñaki deben derretirse. No sé qué les pasa, oye, pero, se sueltan, se sueltan...
Bueno, pues hoy hemos leído en el periódico que el ministro ha vuelto a la carga diciendo que en el diseño de la T-4 se descuidó la seguridad. Con dos cojones. No me gustaría estar hoy en un consejo de administración de una compañía aérea. La verdad.
De todos modos, estemos tranquilos, porque Pepiño es mucho Pepiño, y lo que no nos decía Maleni por incapacidad oratoria, él nos lo dirá en un alarde de verborrea cuando le pongan un micrófono delante. Ahora, como tenga que ir a inaugurar una obra a Canarias va listo... Pero tranquilos, mañana matizará sus declaraciones...
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