José Tomás y el barro

José Tomás ha desbarrado nuevamente. El gran torero madrileño se ha equivocado al devolver la medalla del Ministerio de Cultura junto a Paco Camino, como desagravio por la estrafalaria decisión de premiar este año a Rivera Ordóñez. Me parece un mal gesto y por tanto un mal compañero. Y no es la primera vez que el diestro abre la boca para equivocarse. Ya lo hizo en una televisión mexicana descalificando el toreo de Enrique Ponce. Mal, Tomás, muy mal.

Estamos en desacuerdo con el premio a Rivera, pero así no se hacen las cosas. Un torero debe ser, ante todo, una persona elegante, como Curro Romero, Antoñete, El Viti o Enrique Ponce, quienes han estado callados, y alguien respetuoso, al margen de que decisiones de este calibre afecten o no a la Fiesta, cosa de la que podríamos discutir.

Y yo la discuto, puesto que entiendo que una medalla de más no arremete contra el espectáculo; lo que realmente muestra las vergüenzas de la fiesta es el fraude de unos pitones afeitados, la lidia de toros anovillados, una suerte de picar inexistente, unas cuadrillas inútiles o unos matadores ventajistas. Me gustaría, ya que se ha abierto la veda, que el señor José Tomás, junto a Camino y Morante, hablara también de todas estas cosas, si tan defensor se siente de las corridas de toros.

Por otro lado, apunta mi amigo Pérez Alarcón en su blog que detrás de la concesión de la medalla está la goyesca de Ronda, organizada por Rivera. No había caído, pero, efectivamente, algo de eso debe haber. Entonces, lo que habría que haber premiado no es su arte frente a los ¿toros? (los interrogantes son válidos) sino su capacidad como organizador de espectáculos que reúnen a la beautiful people española, que seguro que hay premios para ello.

Todo me parece un despropósito, pero lo de José Tomás, que muchos califican como un acierto, yo lo considero un tropiezo más de un tipo quizá mal aconsejado. Los toreros deben ser, ante todo, elegantes, no salvapatrias. Que no hable tanto y que lo que tenga que decir lo diga en la plaza.