Las razones por las cuales Juan José Padilla ("en esas condiciones no se puede ni se debe torear", dijo, después de que el público le abroncase por no banderillear y quedarse luego en el callejón: estoy enfadao y no voy a salir, hala, podéis pitar lo que queráis) se enfrentó la otra tarde al público de Palencia son las siguientes:
-Olvidó arreglarse las patillas ese día.
-Se dejó la peazo montera en Jerez y le faltaba algo, claro.
-Dio algún muletazo bueno y eso no iba con él, ¡por Dios!
-El público no entendió su toreo antiguo, "ojú qué arte, mi arma".
-Estaba enfadado porque el Jerez no acababa de ganar al Alicante. Cuando los jerezanos marcaron el gol de la victoria (no hay nada como el carrusel deportivo), decidió salir otra vez al ruedo. Pero ya era tarde. Tres avisos y a casa.
-Le afectó el habano que le dio Morante esa semana. A Morante también le perjudicó, pues en Almería se encaró con el público. ¿Quién suministrará los puros a esta gente?
-Tenía ganas de liarla.
-Olvidó arreglarse las patillas ese día.
-Se dejó la peazo montera en Jerez y le faltaba algo, claro.
-Dio algún muletazo bueno y eso no iba con él, ¡por Dios!
-El público no entendió su toreo antiguo, "ojú qué arte, mi arma".
-Estaba enfadado porque el Jerez no acababa de ganar al Alicante. Cuando los jerezanos marcaron el gol de la victoria (no hay nada como el carrusel deportivo), decidió salir otra vez al ruedo. Pero ya era tarde. Tres avisos y a casa.
-Le afectó el habano que le dio Morante esa semana. A Morante también le perjudicó, pues en Almería se encaró con el público. ¿Quién suministrará los puros a esta gente?
-Tenía ganas de liarla.
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