Blog que repasa la actualidad taurina de Almería, Andalucia y España. La opinión crítica e independiente sobre el mundo de los toros. Por Alberto Gutiérrez.

21 de septiembre de 2008

Indultitis


En los últimos tiempos, se está poniendo de moda indultar toros en plazas de cualquier categoría como una especie de síndrome exculpatorio por la crueldad intrínseca del espectáculo. Esto es, que los complejos también han llegado a la fiesta. Unos cuantos revisteros intentan vender la natural bonhomía -como si no fuéramos buenos por otros muchos motivos- de quienes poblamos los tendidos, en contra de la percepción cada día más extendida de que somos unos bárbaros. O sea, que "que buenos somos que indultamos animales".

Este argumento me parece débil, pero también peligroso, puesto que puede cundir en el ánimo colectivo la idea de que en todas las ferias se han de indultar toros bravos. Buscando la pervivencia y la humanización de la fiesta frente a los ataques de los antitaurinos, podemos acabar deformando su esencia. Francamente.

Ayer José Tomás indultó un toro en Barcelona. Tras leer algunas crónicas -cada día resulta más difícil encontrar alguna fiable, dicho sea de paso- creo que en el suceso de la Monumental ha pesado demasiado el "que buenos somos que indultamos animales" sin tener en cuenta el comportamiento del astado.

Soy el primero en defender el indulto, pero el indulto merecido, que representa el culmen de la fiesta, la apoteosis y el mayor gozo de quienes amamos este mundo. Pero lo que no vale es la conversión de las corridas en un espectáculo menor y siempre vigilado por el ojo clínico de los antitaurinos. Y a esto es a lo que me niego: a que los antis nos tutelen, a que cambien las reglas de algo que lleva existiendo desde el siglo XVIII.

Los aficionados a los toros no debemos tener complejos, como Joaquín Sabina, quien dice que lo único que le gusta es José Tomás y que el resto de las corridas no le interesan. Leí una entrevista suya hace un tiempo y hablaba con no poca ambigüedad de su afición, como si le avergonzara, como si sintiera que sus amigos le iban a afear el gusto por ir a las plazas.

En fin, no deja de ser ridículo. Espero que los complejos, y la indultitis, sea una gripe pasajera. Y me alegro de que José Tomás, que ha terminado la temporada, nos haya devuelto a unos cuantos la esperanza tras sus inmensos naturales de Salamanca.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues lo llevas claro Alberto; cada día va en aumento el indulto de los toros.
Tema interesante y a debatir en foros (pero de palabra, no en Internet).

Anónimo dijo...

Sr. Lentisco, creo que te equivocas, porque en los foros y peñas, solamente se dicen tonterias, y sobre todo a personas que no tienen mucha cultura de aficionado o de pasar por taquilla. En internet se deja escrito lo que uno piensa para siempre, y si te equivocas o cambias de criterio uno es responsable de lo que dijo en un momento u otro. En los foros donde la incultura, la insensatez, y el afan de protagonismo de "gacetilleros", "pancarteros","canaperos", y sedientos de la vanidad más lamentable, provocan el rechazo a esos actos. Ah se me olvidaba, en Almería, el protagonismo y el chovinismo cada vez es peor, y así os va, que Chopera se rie de vosotros.
Fdo. El Sargento.

Anónimo dijo...

Suscribo lo de Alberto, y en parte lo que firma un tal "Sargento". Creo que la incultura y la des-información provoca la indultitis. No soy partidario del indulto como lo he puesto de manifiesto en esos foros, - como bien sabés Emilio - pero creo que esa falta de criterio y de afición es lo que provoca aquello.

Saludos a todos.